JAVIER CÁRDENAS ¿EL PEOR PERIODISTA DE TODOS LOS TIEMPOS?

JAVIER CÁRDENAS ¿EL PEOR PERIODISTA DE TODOS LOS TIEMPOS?

Basta oir a Javier Cárdenas 30 segundos para darse cuenta de que es un indocumentado. Siempre he admirado a la gente echada para delante pero creo que lanzarse a hablar de los asuntos más variados, serios y complejos con una sesera tan poco densa y el bagaje cultural de un niño de primaria es suicida.

Yo no suelo oirlo, pero de vez en cuando lo escucho un rato y me debato durante unos minutos entre la indignación y el desternille. Hoy ha estado en su línea habitual, pero los dos gazapos que ha soltado en los dos minutos que he estado oyéndolo me han hecho estallar y me han inducido a sacar lo que llevo dentro.

Hablaba muy indignado de la condena a su juicio insuficiente (y es muy posible que lo sea) impuesta por un juez a un individuo que había planeado atentar contra una universidad. Sin entrar a debatir sobre este hecho, lo más destacable de su intervención ha sido la invención de una nueva substancia química que ha bautizado como "nitrato de armonio" y la potestad que ha otorgado al mencionado juez de "dictar leyes". Yo no soy especialista en química ni en derecho, pero lo del "nitrato de armonio" me ha sonado bastante raro y tampoco acaba de cuadrarme que los jueces dicten leyes.

Para rematar, con el engreimiento que lo caracteriza, ha calificado de mezquinos a sus colegas de profesión por no pronunciarse sobre el tema tratado en los mismos términos en que él lo ha hecho. Aunque se le llena la boca hablando de la libertad de expresión y de pensamiento parece que al fin y al cabo no ha terminado de comprender estos conceptos en toda su extensión.

Sinceramente creo que más le habría valido a él y más nos habría valido a los demás, que hubiera seguido preguntando a Carlos Jesús por Raticulín, que el giro que ha dado su carrera profesional.

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